28/1/10

La hora de la economía

Hay que preservar y mejorar reformando lo mucho y bueno del sistema económico social actual existente que nos ha permitido llegar hasta donde estamos, aunque con mucho sufrimiento durante siglos por millones de personas. Los bancos, los empresarios, la industria, los trabajadores y así, casi todo lo demás, es necesario para una sociedad de progreso y bienestar para toda la humanidad.

Sin duda, se necesita abolir la dictadura y tiranía que controla la propiedad económica y acumulación del dinero para unos pocos privilegiados. Así, mientras el dinero no esté a libre disposición de todos los ciudadanos, como las carreteras y las calles, no se podrán circular e intercambiar libremente los bienes, productos y servicios.

Se trataría pues, de que el dinero caducara de año en año y se asignara a cada persona un importe anual a modo de renta básica, de tal forma, que tenga suficiente para atender sus necesidades de vivienda, alimentación, educación, sanidad, educación y así todo lo demás, inclusive, los recursos necesarios para el estado para atender las infraestructuras y necesidades generales de la nación para todos los ciudadanos.

Ya no se trata de EEUU, China o cualquier otra potencia relevante o el Bric, tampoco se trata de ideologías que están ya caducadas en los inicios del siglo XXI, se trata de superar la división y exclusión de las personas por cualquier causa, ya sean por discriminación de raza, sexo, clases o castas sociales, creencias, ideas, política, poder, dinero, o cualquier otra.

La propia sociedad de consumo y sistema productivo deben de ser remplazados por la “Motivación de un mundo de abundancia” en armonía y equilibrio con el entorno en que toda las personas puedan acceder y disfrutar activamente de los derechos humanos en libertad y libre elección, sin más condicionante que el conocimiento y la disponibilidad de cada cual con los medios de producción, transformación de la propia naturaleza y los recursos.

Así, las diferencias deben de sobrevenir por la propia naturaleza y el esfuerzo del intelecto, no por las cosas y medios creados por el hombre. Las cosas creadas por el hombre deben de estar al servicio del ser humano y no al revés como sucede, pues entonces de que sirve el progreso si sólo se benefician unos pocos privilegiados a costa de los demás.

Juan Bernardo montejb La comunidad El País

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