Sin duda, la capacidad de aprendizaje y cambio de conducta de los seres humanos se ha ido enriqueciendo con el tiempo. Cuando demos un salto adelante, biológicamente hablando, en que nuestra inteligencia domine nuestros actos, la tecnología puede ser de gran ayuda liberándonos de la condena ancestral de tener que trabajar para mal vivir.
Una referencia a modo ilustrativo, vean el vídeo siguiente:
“La revolución virtual – El precio de lo gratuito”
Reblogged from Luis Mauricio's blog:
Recientemente el llamado boom de las redes sociales, la computación en la nube y los teléfonos inteligentes se han venido perpetuando en nuestro acontecer diario, tanto así que considero que hoy en día enviar un simple mensaje de texto (SMS) a una persona contemporánea conmigo, mediante mi humilde teléfono celular se ha convertido en un arte perdido o con intenciones de extinguirse, más sin embargo esto no sucede mucho con personas que me doblan la edad, cabe destacar. En ese sentido lo que quiero reflejar es que desde los medios de comunicación infiriendo en los comportamientos de nuestra sociedad, entiéndase con esto prácticamente por el efecto de la Transculturización, se nos ha implantado el concepto de que a partir desde que nos levantamos hasta que nos acostamos y disponemos a dormir, tenemos la necesidad de estar conectados a Internet y todo esto con un pequeño y caro dispositivo que cabe en la palma de nuestras manos. Ya todos sabrán que me estoy refiriendo a los conocidos Smartphones que sin importar su modelo o naturaleza de uso y quiérase o no aceptar ya forman parte de nuestra cultura, entonces salen a relucir verdaderamente las ventajas y desventajas de todos estos cambios que han venido afectado nuestros hábitos más comunes.
Por otra parte a nadie parece interesarle mucho ¿De cuánto es la factura de electricidad de Internet? y con esto yo no me abandero de ser un ecologista extremista ni mucho menos, pero es que viendo las cosas desde otro plano me formulo esta pregunta: ¿realmente necesitamos darle un uso tan intensivo al Internet móvil de nuestros teléfonos inteligentes?, Yo no digo que es malo estar a la vanguardia y tener esa relativa potencia en nuestras manos gracias a un dispositivo que ha cambiado la manera de ver el mundo en favor de ser más productivos, aunque yo diría que también más esclavizados y es aquí donde se puede ser más certero con lo que quiero ilustrar; una situación que me causa mucha tristeza y que lamentablemente creo que no se puedo hacer mucho desde mi posición más que escribir este artículo, es ver a tanta gente de mi generación y no tanto, enamorada de la pantalla de su celular, esto se comprueba al caminar en cualquier tipo de ambiente, desde un restaurante hasta en el autobús, aunque más específicamente yo diría que sólo aplica en ciudades que se jactan de ser modernas y que en efecto están densamente pobladas, por poner un ejemplo aquí en Venezuela, el smartphone de la casa de RIM(Research In Motion) mejor conocido como Blackberry, domina cerca del 80% del mercado de celulares inteligentes en el país, lo que lo convierte en un caso totalmente atípico ya que en el resto del mundo el líder indiscutible en este mercado es Android en su dura batalla contra Apple y todo ese drama de las patentes en EEUU. Algunos se preguntarán ¿por qué RIM triunfa en ese país y en el resto del mundo relativamente fracasa?, en este caso ese equipo celular no es famoso porque hayan muchos usuarios avanzados de negocios que lo utilicen(público al que originalmente el fabricante dirigía el diseño de sus equipos) sino que básicamente, el servicio de mensajería instantánea propio entre estos equipos reemplazó por completo a un fenómeno de internet anterior a la llegada de estas tecnologías al país, como lo es el caso del ya casi difunto servicio de Windows Live Messenger, para ser más explícitos la mensajería instantánea se diversificó de tan sólo usarse en computadoras de escritorio, a utilizarse masivamente en celulares supuestamente inteligentes.
Aunado a esto y sin darle una connotación elitista a este escrito, tanta ha sido la popularidad de Blackberry en el país, que se ven niños menores de 12 años, hasta a adultos mayores que considero ni pueden distinguir bien los caracteres de la pantalla por lo pequeño que son, utilizando estos celulares tildados de ser el último grito en la moda en cuanto a tecnología móvil por nuestros medios de comunicación y yendo más allá a deleite de nuestros comerciantes e importadores que tienen libertad de precio al venderlos. Todo esto por la facilidad que brinda el servicio Blackberry Messenger y siendo esta la última piedra angular que le queda a esta empresa canadiense antes citada. Volviendo al tema que nos compete, he descubierto que muchas personas se convierten en especie de autistas y saco a flote una frase que quizás han logrado escuchar, que dice “El internet acerca a quienes tenemos lejos y aleja a quienes tenemos cerca” frase que verdaderamente es muy concisa para lo que deseo ilustrar y que ciertamente yo también he sido parte de todo esto. Hago la aclaratoria de que con decir autistas, no lo hago de manera peyorativa contra este grupo de personas que tienen esa peculiar enfermedad, sino que me refiero a que existen y cada vez se ha vuelto más común, casos como el que estés hablando(tratando de entablar una conversación amena) con una persona que aprecias, y esta esté más interesada en la última actualización del Facebook o del último tuit de algún famoso en Twitter o simplemente de mensajes tontos catalogados de Spam enviados a través de cualquier servicio de mensajería instantánea como el antes citado Blackberry Messenger u otro de esta índole como Whatsapp, en vez de prestarte la debida atención y valorar lo que se le podría llamar como el Calor Humano, y todo esto por supuesto gracias a un teléfono celular inteligente con una conexión a Internet.
Con todo lo antes expuesto creo que voy explicando bien la naturaleza de esto, es evidente que nuestra insaciable sed por la información proveniente de la red de redes, nos hace olvidarnos de hacer cosas tan simples y clásicas como leer un libro, ir al teatro, practicar algún deporte, entre otros muchos etcéteras y le doy respuesta a la pregunta que me formulé al comienzo, particularmente pienso que en su mayoría le damos un uso intensivo e innecesario a las redes móviles y más allá a la Web 2.0, sin considerar el impacto que tiene este comportamiento sobre nuestro medio ambiente(digo medio porque la otra mitad ya la consumimos), parece mentira pero la cosa es muy sencilla, sí el equipo celular posee tecnología 3G en efecto te podrás conectar a la velocidad de un rayo a Internet móvil, pero se han hecho la pregunta de ¿a qué precio se obtiene todo esto?. La tecnología 3G no es famosa por ser económica en cuanto a energía consumida para hacer su trabajo u cometido, en consecuencia sí por ejemplo tengo un celular Android publicando tontamente mi posición geográfica cada hora mediante la red social FourSquare, sucede tanto como que se consume rápidamente la batería del equipo por utilizar el GPS y la conexión 3G haciendo que efectivamente pronto tenga que ponerlo a recargar, también se gastan megabytes de navegación propuestos por el plan de servicios con la operadora los cuales no resultan nada económicos y además de eso para la operadora mantener buenas redes de conexión mediante 3G para su clientela, sus torres repetidoras o radiobases consumen bastante más energía que otras generaciones anteriores de red de datos como EDGE, lo más increíble es que muchas veces en algunos lugares la demanda es tal a las horas pico, que estas redes no se dan abasto, imagínense entonces cuantas actualizaciones de este tipo son enviadas, cuantos tuits sin sentido son publicados, cuantas fotos en facebook son subidas, entre otros muchos ejemplos como servicios de almacenamiento en la nube y miles de cosas más. Surge así la siguiente pregunta ¿en qué momento se convirtió en una necesidad publicar mi posición geográfica para obtener una medalla digital en una red social?, quiero aclarar no tengo nada en contra de los creadores de FourSquare ni en contra de los Canadienses de la RIM, pero seamos sensatos ¿acaso es necesario perder nuestra privacidad por moda? y lo peor aún es que nos volvemos títeres de un sistema que no tiene controles de consumo de ningún tipo y al final tan sólo esto se traduce en más emisiones de CO2 a la atmósfera sin darnos cuenta.
Estos son simples ejemplos, que aislados no representan un peligro, pero si multiplicamos por la cantidad de personas que a mi consideración le da un mal uso a las redes sociales y al fin al cabo a las Tecnologías de la Información y Comunicación, incluyéndome en ese gremio también porque nadie es perfecto, entonces se convierte en un grave problema que nos compete a todos por igual. No propongo que seamos extremistas viviendo desconectados de la red por más de un año pero sí propongo que cambiemos nuestros hábitos de consumo, de convivencia con nuestros iguales, que valoremos ciertas costumbres o tradiciones(artes perdidos) que antes eran lo cotidiano. Hay que plantear un frente a la Nomofobia y a la Cyber Dependencia buscando realizar nuevas actividades más transcendentales para nuestras vidas.
Para ir finalizando les comento que todo esto que expuse lo hago como reflexión personal ante sucesos vividos por mi persona y en muchas oportunidades tanto como protagonista de las historias como víctima de estas. Es un hecho que en esta nueva década y este siglo XXI han habido bastantes avances, pienso que hay que mantener una posición y tener decisión o raciocinio propio ante las modas que nos bombardean los medios de comunicación para no convertirnos en personas que se dejan llevar por la corriente. En mi caso quizás hasta me he vuelto un poco maníaco con mi privacidad en Internet, trato de evitar utilizar servicios sedientos de información como los de Google, ya no utilizo un smartphone Android en favor de un celular sencillo para tan sólo llamar y mensajear, eliminé todo rastro de Facebook prefiriendo así al menos hacer llamadas a mis amistades a que darles toques virtuales en esa red social, entre otros muchos y pequeños cambios que he hecho y que llevo haciendo para de cierta manera ser más feliz y estar en sana paz conmigo y con la naturaleza ciertamente.
Como conclusión háganse estas preguntas: ¿Pones el móvil encima de la mesa mientras estás en un restaurante? ¿No puedes apagar la celular los fines de semana? ¿Te sientes incapaz de escuchar el aviso de un ‘sms’ y no ver de qué se trata?, esto son el tipo de cosas que me hacen pensar de que en el futuro será un privilegio estar desconectado de la Internet y al final de esta historia estos son y serán los nuevos trastornos y retos que como civilización tenemos que aprender a abordar, enfrentar para poder sobrellevar los vicios de nuestra sociedad.
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Nosotros de Frente…
La comunidad El País montejb
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2 comentarios:
Hace tiempo que estoy asombrada al darme cuenta de cómo en las ciudades, las mujeres jóvenes principalmente, andan con el móvil, tablet, smarfón, etc. como zombis, empleando los pulgares y con la vista fija en una pantalla minúscula, sin atender a nada más. Creo como el autor del artículo que estamos desatendiendo lo principal y que me produce rechazo las actitudes de esos jóvenes depenientes virtuales.
Un Saludo.
Efectivamente Lisistrata, desde hace tiempo vengo observando este comportamiento que parece va más lejos de una simple moda. De seguir así, quizás en un tiempo tengamos un chisme incorporado en nuestro cuerpo. No obstante confío y es mi pensamiento, que solo es un comportamiento que intenta mostrarnos latentemente las muchas carencias que tenemos, en especial de comunicación y sociabilidad, es decir, falta de calor humano.
Gracias por comentar y un gran saludo.
Juan Bernardo montejb
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